martes, 1 de julio de 2014

Recorrer mi Valle. EL PUENTE DE LANGREO. SÍMBOLO DE LA CIUDAD.

El PUENTE ATIRANTADO SOBRE EL RÍO NALÓN ENTRE SAMA Y LA FELGUERA, 25 AÑOS DE HISTORIA.

Entre 1989 y 1990 la fisonomía de la ciudad de Langreo cambió radicalmente.

En los años 80 del ya pasado siglo XX, como parte del nuevo trazado de la autovía de San Miguel de la Barreda a Riaño y aguas arriba, destinada a canalizar el tráfico de esta parte del Valle y a liberar a los núcleos residenciales del paso incesante de vehículos por el centro de lo que era ya la “ciudad lineal del Valle del Nalón”, desde Langreo a Laviana, se proyectó en el tramo difícil de Sama un gran puente que sobrevolara río, puentes y carreteras. Se convocó UN CONCURSO DE IDEAS y en exposición pública pudieron verse las propuestas de empresas y grupos de estudio de ingenieros. Las maquetas llamaron la atención del vecindario que entró en un debate de opiniones sobre cuál de las “ideas” resultaba más atractiva. Finalmente LA PROPUESTA GANADORA FUE LA DEL PRESTIGIOSO INGENIERO JAVIER MANTEROLA con el apoyo de equipo del estudio Fernández Casado al que pertenecía; un profesional que acumularía el Premio Nacional de Ingeniería en dos ocasiones. Hoy Manterola tiene en su haber obras similares en La Paz (Bolivia), el de Barrios de Luna o el Puente de Andalucía sobre el Guadalquivir en Córdoba.

Con esta obra se consiguió salvar una gran sucesión de obstáculos: la línea férrea, el nudo de carreteras a la entrada de Sama de Langreo, las pobladas calles o el río Nalón. Fue construido por Fomento de Construcciones y Contratas en 1990, aunque en 1989 era ya un hecho. Es un puente atirantado de pila única, en forma de V invertida, de 57 metros  de altura,  de 630 metros de longitud y 14 de anchura, con 32 tirantes divididos en dos grupos. En diciembre del 2006 se inauguró la iluminación de esta obra que es ALGO MÁS QUE UN PUENTE.

Porque un “puente” es más que una obra de ingeniería. Ya en su etimología integra una gran riqueza. Procede la palabra a medias de la “pontos” (mar) de origen griego y del latín “pons” (puente), o estructura que sirve para salvar obstáculos. Aunque se emplea más en masculino, también se es femenino, como nuestra “La ponte de Oturiellos”, en modo arcaico. Es una palabra además de la que proceden múltiples: un pontón, o viga de madera para hacer un hórreo, puentecilla, puentezuela, pontana, pontazgo, o impuesto por un paso difícil para mantenerlo; incluso pontifex o pontífice, el interlocutor entre los hombres y los dioses. “Tender puentes de relación” es una acepción diplomática muy extendida. El caso es que todos los significados de puente son positivos. En su origen más remoto, el primer puente sería el árbol caído que permitió atravesar un arroyo o río. Y desde ahí la técnica, la ingeniería, o sea el ingenio humano, lo desarrollo todo. Los puentes romanos, en pie aún nos admiran. Y los nuevos ¿cómo no?

El concejo de Langreo veía históricamente quebrada su comunicación por el corte que suponía el río que da nombre al Valle de Asturias por excelencia. Y allá, por el XIX, entre La Felguera indutrial y Sama la burocrática, la evidente barrera fluvial, que endurecía las relaciones sociales, se vio derribada con la construcción del conocido como “puente nuevo” que enlazaba directamente Sama con la estación del ferrocarril de Langreo hacia el Barrio del Puente (de ahí su nombre) y a La Felguera. Está obra, que muchos datan en 1865, demostró con un documentado  estudio Antonio Ramón Felgueroso que no se terminó al menos hasta la década de los 80 de la decimonónica centuria, haciendo un gran servicio a la población.  Mas tarde, la necesidad de acceder a instalaciones minero-fabriles hizo que se trazaran otros puentes, como el puente de los ingleses y el de la maquinilla, en la última década del XIX.

El “puente nuevo” dio servicio a Langreo hasta los años 60 del pasado siglo XX, cuando se terminó EL MÁS MODERNO Y “NUEVO PUENTE NUEVO”, que enlazaba otra vez Sama y La Felguera entre el entonces nuevo cuartel de la Guardia Civil (hoy en ruina) y el matadero municipal (hoy Pinacoteca Eduardo Úrculo), en lo que hoy es Nuevo Langreo. TODOS ESOS NUEVOS SE VIERON SUPERADOS CON EL MODERNÍSIMO PUENTE ENTRE LOS PUENTES. Y es que sobre todos ellos pasa ahora, desde hace casi 25 años el majestuoso y atirantado puente de Langreo.

Los dos puentes nuevos, ahora viejos, y la fusión de los equipos de futbol (el Racing de Sama y el Círculo de La Felguera) en 1961 en el ahora recién ascendido a segunda Unión Popular de Langreo, fueron claves en la cohesión territorial de la ciudad de Langreo. Ahora EL PUENTE ATIRANTADO puede considerarse articulador de algo más que de dos núcleos; en todo caso ES YA IMAGEN DE LANGREO y un PUENTE DE RELACIÓN.

Fotos: Francisco Lauriño. El blog de la luna que nos mira.
Para saber más:
Javier  Manterola Armisen, “Pensamiento y obra”. Fundación Esteyco, 2004.
Antonio Ramón Felgueroso Durán, El puente nuevo de Sama, Incuna, 2002, p. 3
Mario Yáñez Aller, “La recuperación de baldíos industriales: el caso del Nitrógeno”, trabajo fin de máster en Ingeniería, 2012.