domingo, 18 de mayo de 2014

JOSEPH PÉREZ, 1931

Joseph Pérez, recuerdos de UN PRÍNCIPE DE LA HISTORIA en el Parlamento Asturiano

Un jueves 23 de mayo de 2002 presentaba el historiador Joseph Pérez en el Salón Europa de la Junta General del Principado de Asturias el volumen III de la Colección Actas Históricas de la Junta General, que recogía las actas, documentos y resúmenes de las reuniones de las Juntas y Diputaciones celebradas entre 1657 y 1671.


Cuando le invitamos éramos conscientes de que sus estudios principales se centraban en otros momentos históricos del siglo XVI sobre todo como las comunidades de Castilla (su tesis), la España de los Reyes Católicos, Carlos V y Felipe II, las Inquisición o los descubrimientos y la emancipación hispanoamericana. Pero también sabíamos por sus libros y artículos que era uno de los mejores conocedores de la monarquía hispánica  y de su crisis final, de los austrias a los borbones.

Las Actas Históricas del Principado de Asturias, colección en la que seguimos trabajando, son documentos de ámbito regional pero que, lógicamente, contienen resonancias grandes de los avatares nacionales por las relaciones entre la Junta General y la monarquía en los asuntos más diversos. Y Joseph Pérez, haciendo gala de su rigor, revisó aquel grueso volumen y aportó y dio una conferencia de historia que cumplió con creces nuestro propósito: enmarcar el periodo en el que aquellos viejos documentos, transcritos y editados,  se habían producido «los últimos años del reinado de Felipe IV –que muere en 1665– y la minoría de edad de su hijo y sucesor, Carlos II, correspondientes a la regencia de la reina madre Mariana de Austria». Habló de aquella Monarquía Hispánica que gobernaba reinos y territorios diversos en la Península, Europa y América, con apéndices aún más lejanos; de las fuerzas centrífugas y del agotamiento producido por los frentes que cuestionaban la hegemonía planetaria. El, que es francés de los Pirineos, la frontera, y de ascendencia española, analizó con detalle los primeros años del último monarca que daría paso a los Borbones. La entonces presidenta de la Junta General, María Jesús Álvarez González y la catedrática de Ciencias y Técnicas Historiográficas Josefa Sanz Fuentes, que le acompañaron, como ponentes en aquel acto, alabaron su ameno rigor.

Cuando le conocimos, un día antes de la conferencia, estaba con su esposa y nos contó la pasión de hispanista convencido que siempre le embargara. Sus triunfos académicos en la Universidad de Burdeos siguieron ligándole a la historia española, que Burdeos –dijo- sentía muy cercana. En el Museo de Bellas Artes contaba cómo Goya, que había residido en Burdeos dos siglos atrás dejó huella, y cómo también el pintor del surrealismo asturiano Luis Fernández López está enterrado por propio deseo cerca de Burdeos, donde había hallado refugio y mecenas. En la catedral de Oviedo recordaba los lazos medievales que el camino de Santiago tejiera entre Francia y España y Oviedo, palpable aún en el callejero local, como la calle Gascona;, nuestro asturiano «Bulevar de la sidra» que, por cierto tomó con gusto. Aún en el taller de restauración del Monasterio de San Pelayo encontró a una monja francesa de origen español como él. Su paso por la dirección de la Casa Velázquez de Madrid, desde 1989 hasta 1996, dijo haberle servido para desprenderse de la distancia que se achaca al hispanista externo.

Como historiador ya había sido requerido en Asturias 1999 para participar en los encuentros de Filosofía de la Fundación Gustavo Bueno junto con Ricardo García Cárcel y Enrique Moradiellos a propósito del «Problema de la Historia de España». Y, aún después de nuestra invitación, volvería a ser reclamado por Tribuna Ciudadana en conferencia en el Club de Prensa de La Nueva España.

Siempre actualizando sus estudios y conocimientos, inquieto y sin rehuir ningún «compromiso intelectual histórico», se ha sumado a la tendencia más reciente por desmitificar algunos tópicos en su libro «Mitos y tópicos en la historia de España y América» (2006) y elaborado, con su gran base de conocimiento, estudios especiales para hechos puntuales como «Teresa de Ávila y la España de su tiempo» ahora de moda por celebrarse el año teresiano que culminará el próximo 2015.

Ahora volverá, reconocida su valía en la investigación histórica, para recoger un premio grande. Nosotros, desde la web de la Junta General, hace tiempo tenemos el librito que recoge su intervención...Sabias palabras de un poco de historia de un gran historiador.

Josefina Velasco Rozado
Bibliotecaria – Archivera de la Junta General
Responsable de la edición de la Colección Actas Históricas.



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