martes, 15 de abril de 2014

EL VACÍO

EL VACÍO. El llegaba en el avión de última hora y como estaba nerviosa ella llegó casi una hora antes. Cuando aparcó el coche los autobuses se iban con los viajeros del penúltimo vuelo. Y algunos hombres de negocios preferían los taxis que aguardaban en fila. Pocos clientes para muchos taxis. Pero aún quedaba un último vuelo... Y ya no había buses.


Cuando entró en la terminal el bar secundario de llegadas estaba cerrado; apenas un par de mostradores de coches de alquiler y de reclamaciones tenían luces. Las dos chicas uniformadas se aburrían esperando el final de la jornada; una revolvía papeles en su puesto y la otra en el de al lado bebía agua mientras recogía. Los pasillos estaban vacíos y las tiendas cerradas. Los letreros luminosos y los anuncios-película se adueñaban del espacio. 

En un sitio así una camina no queriendo oír sus pasos para poder escuchar los pensamientos que se amontonan aprovechando el espacio dejado por el vacío acústico:

"¿Por que me habré metido en esto?"- pensó. "Realmente tengo una vida cómoda, tranquila, sin alteraciones..; apenas conozco a este señor que va a llegar.¡Con lo que me costó volver a vivir sola! ¡Menos mal que se irá en una semana! Entonces recuperaré la rutina. A lo mejor me compro un perro..."

Mientras pensaba así se adentraba por el pasillo más oscuro y se ensimismaba más. Entró en el baño y la luz poderosa la flaseó sacándola del soliloquio. Recordó que cuando le conoció, apenas un par de meses antes, estaba tristísima y se sentía sola. Entonces fue un revulsivo, un despertador. La ayudó a sonreír otra vez. Se miró a los ojos en el espejo y pensó que los días próximos podían ser una buena oportunidad para comprobar si era posible recobrar la alegría. No se trataba de planear ninguna relación futura, ni siquiera una relación, sólo ver si era posible convivir con alguien más que con su piedad.

Cuando salió del baño ya había gente que también esperaban. Algunos tenían cara de cansados; otros parecían ilusionados por encontrarse con el padre, el novio, la novia o el amigo, hermano o primo lejano que volvía después de tiempo. Ella no compartía aquellos sentimientos, pero de repente se alegró de estar esperando por alguien...







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